Aun era de día cuando desperté. El olor nauseabundo estaba en toda la pieza. Abrí la ventana y la luz segadora recordó mi dolor de cabeza. En el cenicero habían tres colillas. Una estaba con rouge. No recordaba nada. Lleve el cenicero al basurero y al mirarme en el espejo recordé que jamás me pintaba los labios.
Karen Muñoz, 28 años, Puente Alto.
Deteniéndonos en este cuento de Santiago en Cien Palabras, podemos apreciar que en él se presentan las consecuencias que deja una noche de fiesta o carrete luego de haber ingerido una gran cantidad de alcohol, debido al olvido de lo realizado por el personaje. Esto se ve muy a menudo en al actualidad, beber sin limitarse ya sea por una celebración o decepción en el peor de los casos, los jóvenes suelen juntarse con amigos y salir a beber alcohol para disfrutar y divertirse ... llegar al olvido de todo, suele ser el escape de muchos.
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